El fin de la conversación y los puntos suspensivos…

El fin de la conversación y los puntos suspensivos…

Siempre me han fascinado los relatos cortos, de esos que son rápidos y te suelen dejar con la boca abierta.

En mi vida me he encontrado muchos, pero solo unos pocos han conseguido lo que consigue una buena novela: capturarme por completo.

En esta categoría de Historias con mucho cuento comenzaré a volcar mi verborrea, transformándola en pequeños relatos cortos que ojala te lleguen a tocar en lo más profundo. Esa es mi firme intención.

El de hoy, es la vida de ella. Sin duda, habrá segunda parte y desvelaré su nombre.

O quién sabe… quizás resulte una novela 🙂 .

Relato Corto «El fin de la conversación y los puntos suspensivos»…

Se acabó.

Decidió sentarse en el abismo y gritar con todas sus fuerzas para luego parar en seco.

Ella sabía que en algún momento tenía que echar el freno.

Y por fin, escribió:

<<Debo perderme el respeto en algún sitio tranquilo aunque me resulte áspero o poco seguro.

Debo hacerlo ahora. Tengo sed y por eso no puedo llorar…

Nunca me ha importado el ruido o el no ruido, a no ser que esté por dentro. En este caso no puedo cerrar escotillas y después me ahogo… y justo ahí, no respiro.

Este es un parto seco. Ya tengo media cabeza fuera. A ver que tal con el resto, con este cuerpo extraño que hay en mi interior (espero que no venga de culo en plan demonio insaciable y retorcido porque se va a llevar una sorpresa)

No se cómo sacarlo de mí, pero lo intuyo y por eso sé que puedo hacerlo…

Me pondré en jarras y tiraré de paciencia y mala hostia al mismo tiempo, cosa que en el mundo de todo el mundo es poco efectivo hacer por separado sin sentirlo junto, pero que en el mío (unidos ambos sentimientos) en conjunto funcionan de una vez por todas y zanjan el disgusto que me ocasiona la prisa.

Allá voy, que nadie me espere. Y menos despierto de verdad o dormido de mentira…

Voy a inventarme una manera de reproducirme para ver que tal salgo y que cara pongo si me leo algún día de esta guisa…

Rellenaré estos espacios vacíos con fotografías siniestras para todos aquellos que componen ese ejército de mequetrefes que defienden lo de las imágenes y las palabras…a ver como coño plasman todo esto…

«Ciegos sin ceguera aquí veréis mi hoguera»

No está todo inventado porque hay demasiadas cosas que no se aprenden del resto.

Y no se dicen o se cuentan ni en pintura ni en secretos, parece mejor perderse en el vicio que crean las confesiones…

CaerYa no se susurra, y eso arruga el espíritu de cualquier manera, desordenando el cuerpo, en plan parásito en edad de despreciar justo en el momento más inoportuno.

Y chupa del frasco de las esencias grandes metidas en tarritos pequeños, contengan o no aromas agradables.

Malas digestiones, malformaciones interiores y suciedad. Demasiado riesgo, dicen…

Se tergiversan significados lejanos ya olvidados que ahora no se utilizan porque no se comprenden, aunque se intente…Y con el paso del tiempo se confunden….

Todo se confunde y se hace un ovillo. Y se blasfeman términos provocando sonrisas y alguna que otra lágrima… duelen: foca y palo, amor frente a desamor, feto y muerte…

Verbos como aguantar y soportar, sospechar y asesinar, dormir y descansar, se fuerzan y se encajan en frases de todo tipo y de cualquier manera…se acumulan en cualquier sitio, aunque no haya suficiente espacio…

Fin de la conversación.

Este es un misterio profundo en el abismo de esta semi-vida en la que por ser prudentes, algunos, se limitan a sumergir sus problemas en mareas negras, turbias de insolencia continua y ciega

Esto será mi desahogo momentáneo, desarrollo absurdo del subconsciente que sigue creyendo que no le veo venir…

Será mi infierno particular de hojas en blanco, un borrador falso para los no creyentes, el cuaderno de bitácora donde poder verter mi torrente diario…

Un océano furioso por carencia de palabras que me alivien…

De esas que son las exactas. Un sitio donde pasten tranquilas sin vergüenza alguna y dejen de fingir ser las justas o precisas para no descolocar al resto…

El refugio para aquellas que ni pienso porque sé que se clavan para no salir.

Las que jamás nadie se atreva a utilizar en contra mía…

Será el lugar donde desechar todas mis “no expresiones” que me retuercen al revés y en dirección contraria en el insomnio de mis voces nocturnas…

Un espacio donde encontrar mi temperatura ambiente y atreverme a cosechar para luego echar a hervir sin quemar el alma de nadie

Un refugio de libertad inagotable donde plasmar todo aquello que sienta y no pueda explicar, un pequeño mundo con un nueva y renovada atmósfera perfecta…

Con un clima cálido o helador que atienda a mis necesidades psíquicas y químicas. Transparente u opaco, duro o tierno…

Donde a simple vista todo esté oculto y nada se vea echando un solo ojo y mucho menos a vista de pájaro…

Atmósfera perfectaDonde amanezca y anochezca al mismo tiempo, haciéndolo todo más agradable y más lento…

Aquí, donde huela el paso de tiempo, donde duelan las visiones, palpe el miedo del bueno y pueda triturarlo y digerirlo para no olvidar lo que soy.

Donde hablar con la muerte y con mi padre, donde pueda o no olvidarme de mi Dios, donde a través de mi hagamos todos las paces…

Donde llorar a gusto por no saber hacerlo a trancas y barrancas, porque aquí puedo hacerlo en condiciones: de palabra.

El sitio donde sea imposible quedarme sin ellas por miedo a que sean escuchadas y no comprendidas. O mal interpretadas…

U oscurecidas, o demasiado caras…

O dolorosamente claras.

Fin de la conversación.

Tengo ganas de cazar, de correr salvajemente y no poder moverme de la cama en días o siglos. De zambullirme y ponerme todas las tiritas que necesite en el momento que no las necesite.

De que me curen para poder seguir curando al resto… de que me cuiden un poquito más por lo mismo…

De escucharme. De que dejen de hacerlo los que no puedan… que me lo digan…

Los que no lo hicieron ya tuvieron su momento… ahora no, este es el mío…

De pasar calor de verdad, y frío del chungo. De que me invada la humedad bruta pero no a cachos, que lo haga desesperadamente y me devuelva mi reuma sano. De que me pinchen para dejar de hacerlo yo…

De comer nocilla sin sentir ardores, de oler el abono y sacar conclusiones precipitadas que jamás se atreva a corregirme nadie.

De darme una buena hostia sin que nadie me vea.

De desesperar al mundo en general y a tres o cuatro “personas” en particular.

No quiero dejar de crecer nunca, porque no se avanzar o envejecer como yo quiero de otra forma que no sea bien nutrida por dentro y por fuera… Sin cremas, sin aumentos o disminuciones de mis sueños preferidos…

Mis pesadillas no mueren, solo duermen. Me jode que lo hagan a estas horas. Ya tenían que haber llegado todas. (Tiempo al tiempo,dicen) ¡JE! Tu descuídate que al final te dan con el minutero en la cabeza porque les molesta que no se las recuerden.

No me conformo con lo que no me apetece ni pienso dejar de hacerlo. Si quiero que mi madre se muera o que no lo haga tengo que asumirlo, no depende de mi, ¿o sí?… Pero es que si quiero un helado de leche merengada no me conformo con uno de nata o de vainilla…

No me consiento “efectos placebos” a no ser que sean vitales… En el fondo nunca me gustaron las piruletas y los dedos pulgares, no consiguieron que lo hiciera a gusto y deje de saborearlos en cuanto desapareció el placer. No quiero saber nada del chupar por chupar porque no lo que no te mate pueda hacerte engordar. Que esto se lo coman otros. Yo metabolizo de puta madre, gracias.

No me gusta ganar y no me gusta perder. Los antónimos son estúpidos. Quien invento el jodido término medio porque a mi me complica mucho la vida. Y ya ni te cuento lo de la hora exacta… ¡paraaaaa! ¿Dnde quedamos exactamente? Qué mas da, te hago una perdida, te pongo un mensaje, «llamascuelgas»… ¿¡que inventazo el móvil ehhhh?! Joder, a mi me pone nerviosa… Ya no hay excusas para incomunicarme y me siento desprotegida. Me pica todo. Bebo más y olvido menos. ¡Tócate los huevos! O ya lo haré yo…

Nunca soy la misma porque no me siento igual a las siete que a las siete y siete. Si como he comido, si no no. Si bebo no tengo sed, o si. Nunca se sabe como se siente esto o aquello hasta que si siente y se deja de sentirlo. Pin-pan-pun NO. A mí me van los puntos sus suspensivos…

A veces voy con retraso y saboreo el hoy al día siguiente, o no lo hago hasta las próximas navidades…

Hijo puta, el mundo no está echo para tus manazas, calzas y gastas un espíritu enano, que ya escasea de chistes malos y está perdiendo el brillo que siempre quiso tener… y valla que si lo pierden y además se sienten orgullos de hacerse adultos o mayores por cuenta ajena… ¿mayores que quien?… mayores que nadie. ¿Qué quieres ser? Mayor o peor, mejor o retocado si es preciso. Dudas todas. Pero dan pereza a los que probablemente estén preparados pero no quieran salir de casa, al final resulta que sacan los pies de tiesto y hacen el ridículo y lo saben y siguen, y suman, deben porque es tarde, deben porque es tarde y siguen haciéndolo todo…..mal…

Dejar de pujar por mi los que creáis que tengo valor. Estoy cansada de que algunos me consideren valiosa y a su vez no den un puto duro por mi.

Fin de la conversación…

El dolor es un lugar… un lugar donde por cada uno de nuestros sentidos, existe un punto fijo donde calmarse o estremecerse al tocar, oler, saborear, escuchar u observar de frente el miedo que se tiene a tener miedo.

Ya no voy a contar nada más acerca de mis lugares pasados, presentes y sobre todo, nada de los futuros… No volveré a llevar a nadie que no quiera estar allí conmigo todo el tiempo, o por lo menos que después no quiera demostrar ni a mi ni a nadie, que si que estuvo alguna vez, porque lo considere arriesgado ya que hace mucho más frío o más calor a mi lado que en cualquier otra parte, para eso está mi familia, que dicho sea de paso, son los únicos que saben afrontar el sufrimiento (el mio) con naturalidad, y que además a veces, saben trasmitírmelo cuando lo necesito y por lo tanto, me cuidan…

Tampoco invitaré a ir conmigo a nadie que me obligue a volver cuando no sabe a donde… llevarme consigo…. PESO MUCHO MAS DE LO QUE PUEDAN SOPORTAR ALGUNOS CON SOLO FUERZA BRUTA….. Cerca, duelo, lejos más… Así que, se acabaron los viajes gratis rumbo a lo desconocido, que ya no lo es tanto. Si no gusta, se busca uno otro destino donde conocerme, si estoy allí claro.

Creer es poder. No soporto a la gente que me critica por tener fe. Yo respeto a todo el mundo, con lo que no trago es con la mala fe. La carencia de ella solo me pone triste, pero lo entiendo… a veces no parecen existir motivos para seguir empeñándonos en hacer lo que nos dicta el corazón. En mi mundo, justo ahí está Dios. Y su hijo, que es uno mismo. Eres tu, o soy yo. Somos todos si hay cojones….>>


¿Qué te ha parecido mi relato corto? Espero que te haya gustado, me encantaría saberlo por aquí abajo en los comentarios.

Te dejo por aquí otro de mis post de la categoría «Historias con mucho cuento», que recogerá todos estos relatos a partir de ahora 🙂 . Se llama transformación.

Acerca de Sonia Molinero Martín

Escritora, Redactora Digital y Consultora Literaria. Siempre he querido empezar con este viaje, mi pasión crónica por escribir es la que me trajo hasta aquí y ya no pienso bajarme de este tren...
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