Encontré este autor «por casualidad».
Buscando poemas de libros interesantes que llevarme a la boca en una plácida tarde…
Vino a mí desde una estantería medio vacía, pero repleta de encanto, en la que cada libro tenía una postura extraña y parecía querer decirme: llévame a tu casa.
Pero cuando me acerqué, uno cayó a mi lado más misterioso que el resto.
Y aquí lo tengo, entre mis manos para compartir un trocito contigo hoy, se llama «Eco del Silencio de donde todo Nace».
Con semejante título no pude evitar ojearlo, sonreír y después llevármelo.
Este poeta tremendo, Guillermo Padilla, consiguió que me devorara el libro de una sentada en esa misma tarde…
Hoy lo reescribo para ti, para que te dejes caer en su verso despiadado y sonoro y descubras sus poemas por primera vez, si no lo has hecho ya antes.
Abro sus primeras páginas, y comienza así:
«Y los desheredados
expían sus culpas
suicidándose
en sus palabras».
Para continuar con un cordón de 67 poemas en total…
Al final del post te dejaré un link por si quieres hacerte con un ejemplar 😉 .
Poemas de libros para echar la tarde en buena compañía
Playa del silencio
Sepulcro de espumas y recuerdos
con el sol moribundo
devorando el instante de una ola
sediento de infinito
amanecer,
preso en el recuerdo
despertando en la playa
lentamente
buscando unos brazos que desaten
la estéril esperanza de renunciar al mundo.
El sol enerva los montes del recuerdo
y sujeta los mares con sus ojos
buscando
el alma arrebatada
para seguir muriendo en cada instante
cuando lo olvidan mis ojos.
En ti mueren mis manos
despiertan mis recuerdos.
Una muerte inacabada en cada noche
un alma oculta en cada pecho
adormecido
en una insaciable embriaguez
de luces
sin palabras.
Fue lo que reventó los ecos
Fue lo que reventó los ecos
lo que acogió su carne
presos en las cadenas de sus sombras
el barro y la saliva que lo vieron nacer
no fueron las espadas ni los vientos
ni las sirenas dormidas en el estómago hambriento de los árboles
las estrellas que no vieron la luz
de su vientre
el sol desciende al horizonte
arrasando los nidos de los pájaros
pero todo pasó
y la noche no es la eternidad
que sufre en su mirada
y que aún surge de las oscuridades profundas de su boca
para ser su cabeza el cadalso del mundo
de donde brota la sangre de los hijos que nunca engendró.
Por los hombre que fueron
que he sido
mirándome en sus ojos.
Ellos son el mundo que me acoge
la ausencia que me invade
cuando hablo con ellos
pues todos, un día, tuvieron hambre de sí mismos
y Dios creó el mundo en los ojos de un ciego
de él son los seres que no he sido.
Se fue
Se fue
hundido en la distancia
como una estrella
hacia su soledad
acercándose
a la realidad profunda
del vacío
en otra
dimensión
en la embriaguez constante de la mar
en la blasfemia de un silencio perdido
bajo la niebla muerta
de su ansiedad.
Volved a la poesía
Volved a la poesía
que no sea la noche
la inviolable cicatriz
de vuestra ausencia.
Aplacad las inercias cinceladas
por la voz
del puente. La verdad
nunca es
sonámbula.
Nunca el sol
recuerda
su hermético mensaje. Sobre la misma piel
de la exactitud
insondable.
En la dormida inquietud
de un despertar lejano.
Recordad el futuro, pues…
¿Por qué sabéis que un día,
nunca más
despertaréis?
Crear
Crear
crear para salvarse
para buscar en la salvación
lo inalcanzable.
¿Qué te ha parecido? a mí me dejó impactada su poesía, espero que te haya pasado lo mismo a ti…
Intentaré seguir publicando por aquí algunos poemas de libros que me resulten buenos o buenísimos para compartirlos contigo 😉 .
Lo prometido es deuda, por aquí te dejo un enlace al libro por si te quieres hacer con él: «Eco del Silencio de donde todo nace».
Intentaré Y ya sabes, si te ha gustado el post, comparte con los tuyos a través de las redes sociales 😉 .
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