Es todo un honor para mi poder compartir estos versos de una amiga y poetisa de Uruguay, a la que conocí a través de las redes sociales.

Ella es mi primera autora invitada en esta nueva trayectoria para el blog. A partir de ahora y gracias a ella, estoy abierta a acoger a cualquiera que le apetezca subirse a este tren con sus propias palabras…

Inhaguro esta categoría con ella ya que, nada más conocerla, me pareció que tenía una sensibilidad sublime y un gran corazón…

También pienso que tiene una gran carrera por delante y por supuesto también, una gran calidad como escritora.

Es bachiller, tiene 16 años y le encantan los idiomas. Tiene máximas en la vida como «la propia meta es el camino» y «yo soy lo que soy» (Jesucristo)…

Su nombre, Macarena Cardozo. Y sus versos suenan así de bien…

Poesía libre diferente: esos versos tiernos desde el otro lado del charco

Aura

Flores que asumen
sentirse bien
cuando están
desorientadas.

La brisa de mi voz
corre ente las
energías del sol.

Bonitas hojas
de este sauce
crece en
la sombra
de mis pies.

No creo que esto
no sea lindo,
porque me hace sentir
plena y
confiada.

Dios me trajo hasta aquí,
para sentir el
arpa de mis amigos
que brillan
entre tanta oscuridad.

Respiro aura
y siento
un aura
profética.

Cálidos aromas

Aromas de los
mil dioses,
los siento desde
la lejanía de
mi ver universal.

Palabras llenas de fragancia,
se disuelven en nuestro
lema.

Sentidos sin tener
relevancia se apoderan
de todo común
cosmo.

Si tuviera la posibilidad
de pintarlos en el
infinito cielo
de alegrías,
pintaría corazones
de tu existir.

Melodías en un diván,
no las puedo detener,
hablare hasta que el sol
deje de brillar.

Piensa,
eso nunca sera,
mientras exista tu
purificada alma.

Mi yo poético

Te lo
estoy diciendo
ahora en estos
suaves versos
de pana.

Estrelladas serán
las sonrisas
que alivian
mientras cantan
coloridas melodías.

Poesías vuelan
y vuelan
desde los rincones
del alba
mágica.

Que ironía
este renglón de
sueños.

Debo cerrarme
de una manera,
invisible,
tal vez,
marchitándome
sin prisas
ni temores.

Me despido,
con un hasta luego,
porque se que
mi pluma no
dejara enfriar
los cálidos latidos
de un buen
sabor a miel.

Macarena Cardozo, 16 años, Uruguay.

Si quieres leer algo más de ella y seguirle la pista, añádela a tus amigos de Facebook.

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