Este post no va de los golpes que nos da la vida en cuanto a sufrimientos, escarmientos y demás tropiezos, en plan decepciones o disgustos recibidos…
Más bien al contrario, quería hablar de la más maravillosa de las épocas que por «suerte», me ha tocado vivir: un dulce embarazo.
La vida se abre paso en mí desde hace 9 meses…
Y está a punto de hacer su aparición estelar el fruto de mi amor con mi marido, con el que llevaba buscando esto hace miles de millones de años 🙂 .
Tan sólo necesitaba escribir por aquí sobre ello, compartir contigo lo que tanto me ha emocionado en estos meses y dejarme llevar ante mi fiel compañero el teclado, para entrar junto a mi pequeña, en mi estado favorito: la inspiración.
Tenía algunas frases sueltas que no paraban de darme vueltas a la cabeza, palabras que me golpeaban y con las que quería comenzar este post…
Así que allá voy, a soltarlas aquí para siempre…
Querida Eimy
Aquí estoy, en esta fase final del camino.
Con la sabia de mis venas fluyendo lentamente en todas direcciones hasta alcanzarte, cual árbol milenario echando raíces desde hace meses en ti…
Mi cuerpo formando el tuyo, tejiendo tu piel, sembrando tus pequeños pliegues.
Tú, que te hayas en mí, que cuelgas de un mágico hilo, ya sabes que llegas, que ya nos queda poco.
Ya sonríes, pestañeas, sueñas y a veces te pones contenta con las canciones que escuchamos juntas…
Este viaje está siendo maravilloso, la vida nos ha ofrecido tu presencia milagrosa y aunque parezca mentira, todavía no me creo lo que está a punto de pasar.
Cada movimiento, cada patada que me das, me acerca más a ti.
Cada dolor, cada contracción me hace sonreír porque me susurra despacito que ya llegas.
Tantos años deseada, tantos años amada… Eso es justo lo que significa tu nombre.
Eres la prueba viva de que todo tiene su momento en esta locura de existencia hija…
Espero que tú, en tu dimensión húmeda, estés también feliz de llegar a este increíble mundo que te acogerá con los brazos abiertos.
Que te colmará de amor y de bien y te dará todas las oportunidades inimaginables para convertirte en la mujer que tú quieras ser.
Tus padres te esperan a este otro lado, con tal ilusión y grado de felicidad, que verás brillar por siempre sus caras e iluminarán, para los restos, tu camino.
Siempre nos tendrás a tu lado pequeña.
Me despido emocionada por lo que he vivido y por lo que estoy a punto de vivir en estos próximos días, sólo quería asegurarme de expresarlo por aquí y compartirlo de todo corazón.
Hola Sonia, que alegria me ha dado la noticia, te deseo q todo salga bien y q nunca se os acabe esa alegria q tenéis. Un abrazo muy grande para tí y toda la familia. Bss
Hola!! Creo que no te fiaste en la fecha porque justo lo escribí esperando a la nena y ella ya hace el añito en unos días jejeje 😉 Igualmente se agradece el interés y sobre todo el cariño que has mostrado. Un abrazo muy fuerte!!!