Hacía ya un par de años que no te veía. Te he echado de menos, ya sabes que no puedo vivir sin sentirte demasiado tiempo…
Por eso no he podido resistirme ante ti y he tenido que volver a escribirte con toda la emoción que me provocas.
Desde la orilla, observándote y dejando que vuelvas a erizarme la piel al respirarte, he conseguido anotar estos versos envuelta en tu humedad y con una amplia sonrisa sobre mis labios ya salados.
Soñando a tu son
La ola que mece mis sueños
llega a traerme momentos de paz,
recuerdo con calma tu dulce poema
contando las horas, y vuelta a empezar…
Cabeza que sigue, a un ritmo pausado,
el hilo que nunca se llega a romper,
cantando entre dientes, soñando y soñando,
deseando que un día me llegue a mecer.
La mar que está brava, que puede y que gana,
que baila conmigo al verme silbar…
me dice al oído que vuelva mañana,
pues salva a los hombres de un triste final.
Es un poema muy cortito pero cada vez que lo leo me pasa lo mismo: vuelvo a sentirte, vuelvo a sonreir ampliamente.
En el año 2014 te escribí por primera vez en este blog, en un post llamado un mar de sentimientos.
Sin duda alguna seguiré publicando otras cosillas que tengo guardadas porque me encanta escribirte, me apasiona dejarme llevar por tus mareas de inspiración.
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