Desde que abrí esta sección de entrevista a escritores buscaba una mujer como ella.
Una poeta que me enganchara con sus letras, una mujer distinta, con una esencia de esas que dejan poso. En cuanto la leí, quise que se subiera al tren porque es una artista de las palabras.
Hasta ahora han sido todo hombres los entrevistados, grandes poetas que me han parecido interesantes para compartir por el blog, pero hoy es su turno.
Encabezará la lista de todas aquellas escritoras que quieran compartir por aquí sus experiencias a partir de ahora…
¡Gracias por todo Sandra! Ha sido un auténtico placer conocerte y por supuesto, escucharte.
Empecemos…
Tengo que decirte que me conquistaron tus palabras al primer vistazo. Fue como un amor a primera vista, reconozco que rápidamente entré en tu blog para saber algo más de ti. Y llegué a tu frase: “A veces canto en la poesía y recito en las canciones”….
1.-Cuéntame, ¿cómo empezó todo esto? ¿cómo te supiste poeta o cantante?
No sé si existe una respuesta a esta primera pregunta, llevo toda la vida cantando y escribiendo, pero creo que me supe cantora y poeta cuando me atreví.
2.-¿Cómo ha sido tu infancia? Me encantaría saber un poco de cómo es Sandra la niña…
Pregunta de desnudarse, como mi poemario. Creo que la poesía como manera de ver el mundo ha sido desde el primer instante una de mis mayores herramientas de supervivencia. Como autoprotección diré que me sigo viviendo en los escombros del pasado pero cada vez tienen más flores y las luciérnagas que siempre me han alumbrado las ruinas: mi madre, mi hermana, mi sobrina, y la que está llegando ya.
3.-¿Cambiarías algo de tu pasado si pudieras?
(Pensamiento largo y doloroso) No. Me he convertido en quien soy por cada tropiezo, cada despedida y cada paso firme, y estoy aprendiendo a amar mucho a esa persona que soy hoy.
4.-Hay algo que a mí me parece imprescindible, y es quién nos acompaña por este camino tan fascinante ¿has tenido apoyo familiar para vivir tu arte?
Descomunal. Mi familia fue mi primera mecenas, escucharon y creyeron en mi voz antes que yo misma, editaron el que fue mi primer poemario “De lo fugaz de la vida” de una manera preciosa y secreta y fue mi mayor impulso para seguir cantando, recitando y creciendo hacia “Reverdece al desnudarse”, el segundo.
5.-La amistad es algo verdaderamente importante en la vida, ¿tienes la suerte de compartir con amigos esta senda que empezaste?
Lo cierto es que es complejo vivir del arte y cada cual va buscando fuentes de subsistencia allá donde puede, lo que ha hecho que nos vayamos alejando – geográficamente hablando – y eso ha entorpecido proyectos comunes o simplemente acompañamientos a nivel artístico. Pero sí, sin duda. David, mi compañero de Noviembre música, guitarrista excepcional y amigo de toda la vida, fue quien maquetó mi segundo poemario “Reverdece al desnudarse”, lo hizo de una manera preciosa, con mucho mimo y comprensión ante mis nervios e inseguridades; además de compartir los primeros pasos musicales, las versiones del principio, los primeros temas propios, los primeros conciertos,… la primera vez que me subí a un escenario sin él a mi lado me dio mucho miedo, y creo que cada vez que subo lo echo de menos.
A parte de él ha habido muchas personas con las que he entretejido algún momento de mi vida y de mi voz y que siguen ahí para ser oídos a pesar de la distancia.
Algo precioso de la música y de la poesía es que están vivas, muy vivas, vibran en cada ciudad a la que voy y me conectan con personas con inquietudes similares a las mías, con almas con sed y de agua.
6.-¿Qué metas quieres conseguir en tu vida?
Otra larga pausa.
Me gustaría poder vivir de escribir y de cantar, que son las cosas que más me gustan del mundo, pero en caso de no llegar a hacerlo, me gustaría tener un método de subsistencia que no me anestesie el alma, que no me convierta en una persona gris, y que me de la vida para seguir haciendo lo que me alimenta a todos los niveles.
7.-¿Vives enamorada?
Sí. Creo que soy una persona enamoradiza entendiéndolo en su concepto más amplio, intento ver el lado positivo de las cosas y buscar los focos de vida en los resquicios. Mi canción “Rayuela” con Kike M (también amigo y compañero de toda la vida, y artista multidisciplinar a quien admiro muchísimo), habla precisamente del amor, de mi manera de entenderlo: habla de mi sobrina, de mi hermana, de mis amistades, habla de cómo entiendo que debe ser el amor, de cómo nos cruzamos con otras personas, habla de la vida que no es fuera del amor.
8.-¿Te dedicas enteramente a lo que te gustaría? Es decir, ¿puedes vivir de la música o de la poesía?
Ojalá. Los poemarios están siendo una fuente de financiación de apoyo en mi día a día, pero la autoedición es compleja, requiere mucho tiempo y la vida sigue encareciéndose. Es cierto que tampoco me dedico por entero a ello, nunca lo he hecho, normalmente la gente como yo se va a Madrid a tocar en Malasaña y a intentarlo fuerte, pero yo tiendo a ser más de periferia y huyo de las grandes aglomeraciones como las de la capital. Es una encrucijada en la que hay que tomar una dirección..
9.- ¿Cómo te sientes cuando compartes desde un escenario?
Expuesta, vulnerable, frágil… pero potente, poderosa, elevada a la máxima potencia, como en una especie de cuerda floja. Salgo siempre a desnudarme, a hacerme reversible la piel y a enseñar el alma.. y no sé dónde puede haber más potencia y más fuerza que en eso.
10.-En un mundo como el nuestro en el que hace falta mucha conciencia y en el que a veces parece que todo está perdido, pero no…, las artes son muy poderosas y la comunicación y el despertar van unidos para llegar a la transformación ¿qué crees que podemos hacer nosotras para este tránsito?
Sentir fuerte; no apartarnos de nosotras mismas, de las que somos por debajo y más adentro del “deber ser”; seguir firmes incluso con las inconsistencias del día a día; ser feministas, mucho y fuerte; permanecer ávidas de aprendizaje, de inquietud; dejarnos salir en todas las direcciones y entender lo emocional como la vía más directa al entendimiento y a la comprensión… y en todo esto está el arte, porque hace falta arte para vivir de este modo y resistir los vientos.
11.-¿Cómo es tu día a día?
Intento encontrar en cada día algo que haga que haya merecido la pena. A veces nos metemos en los quehaceres diarios, la casa, las clases, el trabajo, los cuidados, los papeles, los plazos… como si de seres con anteojeras se tratara que no viéramos más allá de las cosas más urgentes y (casi siempre) menos importantes. Por eso intento hallar cada día cosas que me conecten con la emocionalidad que decía antes, que me vibre, que me mueva, que me tambalee.. y así el día habrá merecido la alegría y no la pena.
12.-¿Cuáles son tus sueños?
Parece utópico y poco concreto, pero lo que más deseo es dejar a mis sobrinas un mundo más feminista en el que puedan ser cada día más libres.
13.-¿Tienes algún viaje de estos que nos parecen inalcanzables pero que sí o sí sientes que tienes que realizar?
Lo primero que se me ha venido a la cabeza ha sido algún tipo de viaje chamánico con ayahuasca y peyote, pero en realidad eso lo veo lejos en muchos sentidos.
He viajado bastante a lo largo de mi vida (cosa que agradezco muchísimo a mi madre) y he tenido la oportunidad de conocer realidades diversas, lugares espectaculares, culturas antagónicas y personas de luz con quien no tenía ningún idioma en común. Creo que viajar abre la percepción y la comprensión del mundo de una manera que es casi imposible hacer de otro modo, y me gustaría seguir conectándome así con lo desconocido, aunque sin un destino concreto.
14.-A la hora de crear o componer, ¿cuáles son tus manías? Todos tenemos algunas, al igual que dónde hacerlo o cómo…
Sobretodo necesito soledad, ‘Una habitación propia’, como Virginia Wolf. Escribo en muchos sitios, siempre, todo el rato, por necesidad. Pero para crear algo contundente necesito soledad total (a excepción de mi confesor: Rogerio, mi gato).
15.- ¿Cuál es el mensaje que siempre está detrás de lo que escribes?
El mensaje va cambiando, pero creo que siempre hay detrás una causa que es el empoderamiento. Creo que en un mundo y una manera de vivir que atenta contra la propia vida, creo que es fundamental que exista un arte que empodere, que de confianza y que fortalezca el tejido social. Supongo que también es lo que busco darme a mí cuando creo, por eso el resultado suele ir en esa dirección.
16.-Me pareces una mujer muy inspiradora y talentosa, ¿te encuentras con muchas trabas para desarrollarte?
Creo que, como en todo en esta vida y no podía ser de otro modo, el arte está patriarcalizado. Creo que, como en mi caso, para las mujeres el camino es más arduo. Es cierto que estamos avanzando, que cada vez somos más las que nos atrevemos a subirnos a un escenario a soltar nuestra verborrea, pero llevo años subiéndome a escenarios en diferentes ciudades y he visto que una mujer tiene que demostrar mucho más talento para ser reconocida que un hombre. Es cierto que ellos ya suelen tener ganada la parte de la seguridad en sí mismos, que en un escenario es algo muy importante y nosotras seguimos estando educadas para hacer poco ruido y sentir que nuestras verdades no son tal. Aun así nos subimos, cada vez más y con más fuerza, y eso impulsa al resto a hacer lo mismo.
17.-Hoy en día los que escribimos y publicamos tenemos muchas opciones para hacer las cosas… Háblame de tus libros y también de tu experiencia personal ¿cómo decidiste por la autopublicación? ¿haces uso de las grandes plataformas como Amazon para comprar o vender?
Como decía antes la autoedición es compleja y extenuante, hace falta invertir mucho tiempo para poder dar salida a todo: gestionar la edición, los pedidos, los envíos, buscar librerías, buscar recitales y conciertos, planificar rutas y viajes… es complejo, pero a la vez la autoedición te da algunas cosas muy bonitas como elegir exactamente cómo quieres que sea el libro y elaborarlo de principio a fin a tu manera o poder dedicarle tiempo prácticamente a cada persona que quiere tener tu libro. Eso me parece muy bonito, tener tiempo y dedicatoria para quien va a leerte.
En cuanto a las grandes plataformas, sí, he oído que Amazon funciona muy bien, y me lo han propuesto en varias ocasiones para mover el poemario y descargarme de esa parte de trabajo que supone; pero también he oído de la huelga de personas que trabajan para Amazon, de los bajos salarios, de las malas coberturas de baja laboral, de la discriminación y el abaratamiento de puestos, de las horas extra más baratas… de la precariedad laboral a la que aboca a su plantilla. Para mí eso es una línea roja fundamental y mi compromiso con la música, con la poesía y con el empoderamiento del que hablaba antes… perdería absolutamente todo el sentido si distribuyera mi libro a través de una plataforma que precariza a sus empleadas.
Gran reflexión Daniel!
Va a ser estupendo viajar con Sandra. sin sentir el traqueteo; tan sólo paisaje, Verbo y música.