Tengo el placer de compartir contigo hoy esta nueva categoría de Escritores Invitados, y la estreno con Daniel de Cullá.
Contactó conmigo a través de algún comentario en el blog y me envió algunas muestras de su arte…
Daniel es escritor, poeta y fotógrafo, un hombre muy prolífico que publica en muy variopintos lugares. Desde el SUITCASE OF CHRYSANTHEMUMS, in New York City, hasta el ANGRY OLD MAN – a magazine of experimental art & poetry, Northern Virginia, USA.
Al final del post te ampliaré un poco más su biografía para que le conozcas un poco mejor.
Ha querido compartir en el Tren algunos de sus escritos, diferentes y joviales, con los que te dejo sin más dilación, ¡espero que los disfrutes!
ASADO DE LIBROS
Regresamos al pueblo de las típicas bodegas: Moradillo de Roa, Burgos.
Es hora de ir preparando las chuletas al sarmiento. Hemos estado en Aranda de Duero tomando el Vermut con aperitivo de unos palominos a la brasa, y oreja de cerdo rebozada.
Somos nueve. Hemos quedado que, cuando terminemos de comer bien y beber mejor cada uno echará en las brasas el mejor, para cada uno de nosotros, de los libros que hayamos leído.
Al pasar al lado de la ventana de una casa, sin duda la cocina, hemos escuchado una voz de mujer que le preguntaba al marido:
-¿Qué tal día hace, esposo?
Él le respondía:
-Hace oscuro y huele a pedo.
Diciéndole ella:
-Hazle aire y que avente, para que no huela la casa, que vienen los niños a comer.
Riendo a más no poder, nosotros nos dirigíamos a la bodega, pues había que ponerle afición a las brasas para asar bien las chuletas en la parrilla.
Componemos la parrilla de dos vueltas, colocando las chuletas a dos por cada uno; pues, también, tenemos morcilla y chorizo con los que agasajarnos.
Se asaron las chuletas, primero, por los dos lados; después, las morcillas, cinco, y el chorizo, también, cinco. ¡Todo quedó exquisito!
Bebimos más que los de Olmedo, un pueblo de Valladolid, donde cuentan que las mujeres son muy bebedoras. Que había una mujer a la que tanto le gustaba el “morapio”, que su marido se lo daba a beber por un embudo.
Antes de que se apagaran las brasas, cada uno de nosotros se fue preparando con su libro favorito en la mano para arrojarle al fuego, según la encomienda que nos habíamos dado y prometido.
Uno de los amigos que había tomado más de dos chupitos de orujo de yerbas, en vaso alto y con hielo, exclamó:
-Yo voy primero. Esto es como “la almendrada de los Templarios”, que echaban al fuego del Diablo los almendros que cogían por los campos; arrojando a las llamas que habíamos, antes, alimentado con alcohol de quemar, su libro preferido, este:
“Obras Completas de San Juan de la Cruz”
Otro, de seguido: “El Libro Rojo de Mao Tse-Tung”
Y así, sucesivamente:
Otro: “Obras Completas de Federico García Lorca”
Otro: “Dios y El Estado de Mijail Bakunin”
Otro: “Los 120 Días de Sodoma del Marqués de Sade”
Otro: “El Quijote de Miguel de Cervantes Saavedra”
Otro: “Mein Kampf de Adolf Hitler”
Otro: “Dada Almanach de Richard Huelsenbeck”
Y otro, el noveno: “Manifiesto Comunista de K. Marx y F. Engels”
Mientras hacíamos esto, al terminar de echar el libro al fuego, saltábamos y brincábamos, bailando, entre nosotros, al son de la música y canciones de “The Cult”; “The Sisters of Mercy”; “Midnight Oil”; “Sivaree”; y otros.
Descansamos un tiempo y, cuando ya estuvimos espabilados, y que nadie nos podría llamar a alguno “beodo”, nos volvimos para Burgos, pues podíamos caminar por río y por tierra; como así hicimos.
EN LA PLAZA MAYOR DE BRUSELAS
En mis viajes por Europa, había quedado con un par de amigos de padres exilados de la Península Ibérica, en la Plaza Mayor de Bruselas, Bélgica (la Grande Place), y en la cafetería de la Maison de Cygne, un restaurante barroco donde Carlos Marx escribió su Manifiesto Comunista, y donde Miguel Bakunin, anarquista ruso por antonomasia, y marica muy especial, “una madrecita” como le llamaban sus jóvenes admiradores y discípulos, se encontraba con él en varias ocasiones y, como dicen mis amigos, le tiraba los tejos.
Marx no estaba por la labor, y Bakunin no logró su traza, trabajo y diligencia, y en lugar de acertar y ganar con él, salió con daño y pérdida, sobre todo, cuando Marx le dijo:
– Bakunin, camarada, el Amor dura lo que dura dura. Ya no te quiero ver por aquí ni en pintura.
Bakunin, según cuentan mis amigos, se tomó el oficio de las mujeres que, por ser orgullosas, al coger las madejas, las queman, y si a otros les sucede lo mismo, se consuelan de su yerro, porque mal de muchos es consuelo de tontos.
Antes de salir por la puerta, volviéndose hacia Marx, Bakunin le dijo:
-Conocido serás, compañero Marx, entre ruinas y restos de grandes ciudades y capitales, pero, a tu tiempo, vendrás a decir conmigo, esto que dicen las personas mayores y los viejos:
-Aunque soy viejo y cansado, tres veces bien me las hago: cuando me acuesto, me meo; a la media noche, peo, y a la mañana me cago en Dios y el Estado.
Mis amigos habían quedado en traerme dos libros de Bakunin, en inglés, que habían comprado en Londres, en AK Press, y que yo empecé a hojear con interés y verdadero placer; estos:
-Crítica del Socialismo de Estado (A Criticism of State Socialism; un panfleto; y Bakunin sobre la Violencia (Bakunin on Violence), un panfleto, también, de forma epistolar, dirigido a su amor por excelencia Sergei Nechaev, autor del Catecismo del Revolucionario, donde le declara su fe en la Humanidad, y su desacuerdo con sus puntos de vista del ser humano como sujeto.
-¿Estos dos libros son para mí? Les pregunté a los dos amigos.
Ellos me respondieron:
-Buen provecho te hagan estos dos panfletos. Bueno es leer a Marx, bueno leer a Engels; más leer a Bakunin, ventaja tienes.
Yo les regalé, a cada uno, una postal artística de Zaragoza, que les encantó, porque sus antepasados eran de Aragón.
– Bibliografía: ESCRITOR, POETA Y FOTÓGRAFO. Miembro de la Asociación Colegial de Escritores; Escritores por la Tierra Internacional; Poetas del Mundo; Surrealismo Internacional; El Club de las Escritoras; La Poesía no Muerde; y otras. Fue editor y director de las revistas de Bellas Artes “Gallo Tricolor” y “Robespierre”. Ha participad en Encuentros Lterarios y Performances en Berlin, Hannover, Minden (Alemania); en Genova (Suiza); Amsterdam (Holanda) Bruselas, Amberes (Bélgica); Clermont Ferrand, Tolouse, Paris (Francia): Madrid, Burgos (España). Tiene su residencia actual en Burgos capital. Vive con su esposa Rita, y tiene una hija Isabel, escritora y poeta, ya independizada.
Gracias por este viaje en tu tren. Es encantador ir contigo¡
Un cordial abrazo.
Gracias a ti, es un placer tenerte a bordo Daniel