¿Cómo inspirarse para conseguir unos objetivos creativos concretos? A veces parece imposible ¡¿a qué sí?!
¿Dónde conseguimos inspiración los escritores? Para mi, de dónde sacar las palabras que no salen no es ningún misterio, a ello accedemos en momentos muy específicos (pero pensamos que eso no va a volver a repetirse nunca).
Y entonces pensamos ¡maldición! ¿Dónde están las musas cuando más las necesito? ¡Soy un escritor de pacotilla! ¡Jamás voy a conseguir publicar nada!
Caaaaaalma 🙂 . Respira, lee atentamente y reflexiona sobre esto que voy a contarte.
¿Cómo inspirarse para escribir?
Un día me cansé, me harté de leer siempre lo mismo…
Y pensé en esto con honestidad, ¿qué es la inspiración? Porque yo me agobiaba, la buscaba constantemente, ansiaba información útil que me ayudara a escribir y a afrontar mis bloqueos. Pero es que siempre leía idénticos consejos una y otra vez, por todas partes.
¿Te suena? Ese rollo de planificar, priorizar, ser productivo, echarle horas y paciencia, no darnos por vencidos y blablabla…
¿Típico verdad? A ver, vayamos por partes. En mi caso, lo tengo muy claro y no quisiera resultar demasiado drástica (aunque sé que en fondo lo soy). Porque no es que piense que los archiconocidos consejos que más se repiten, no funcionen. Lo que digo es que para mí, no funcionaban.
Estoy de acuerdo con que un escritor tiene que tener herramientas para avanzar, y leer, apoyarse en otros, etc… pero en mi caso, descubrí que todo aquello se me quedaba corto.
Así que, comparto hoy contigo algunas cosas que he ido descubriendo en mi camino como escritora, ojalá que a ti también te funcionen… Aunque antes de continuar, te invito a que descubras mis servicios literarios si eres un escritor que comienza y eres nuevo por el blog.
Y ahora sí, compañero/a de letras, aquí van 5 consejos infalibles para que el «cómo inspirarse» deje de ser tu pregunta más utilizada y pases a otro nivel.
1.- No busques la inspiración, ella te encontrará a ti
Seguro que has escuchado mil veces lo de que «la inspiración te pille trabajando». Para Picasso parece ser que funcionaba, para mi no. Nunca ha sido así.
Te sorprendería la de veces que a mí me «ha pillao la jodía» limpiando el polvo, paseando por la naturaleza, jugando con mi hija, fregando los platos, comprando, tomando algo en un bar, barriendo, leyendo, mirando a las musarañas…
En todos los casos, eso sí, he salido corriendo si no he tenido a mano un boli y un papel o el propio teléfono móvil. Corriendo como un caballo desbocado, libre y salvaje en busca de un río o un valle.
Escribir algo justo en ese estado es la ostia (perdona la expresión, pero no se me ocurre otra mejor para definir ese éxtasis momentáneo).
Saborear cada palabra, dejarme llevar, seguir el curso de esa verborrea que me posee y que no puedo controlar porque fluye a través de mi sin que yo pueda hacer nada, ¡me da la vida! Y creí que era un proceso irrepetible la primera vez que lo viví.
Pocas veces me ha pillado la inspiración escribiendo si te digo la verdad… Otra cosa es hacerlo cuando ya te ha sacudido y en consecuencia, tecleas o escribes sin poder parar.
Cómo inspirarse para escribir es algo muy personal de cada uno, pero buscar con insistencia algo, a mi no me ha funcionado nunca.
Cuando pensamos que necesitamos algo y no lo tenemos, nos frustramos. Yo descubrí que en mi caso, si no me llegaba la divina inspiración, es que no era necesaria para mí en ese momento. Sin más.
Muchas veces creemos que insistir y forzar las cosas, nos ayudará a conseguirlas y es todo lo contrario. A no ser que tengamos que presentar un proyecto, algo de trabajo, etc, no debemos someternos a la tiranía del tiempo o a lo que nuestra mente nos dicte: acabar el capítulo en una semana, terminar el libro en tres meses…
Para mí la creatividad no se puede doblegar, manipular o forzar.
Fluir, vivir en un estado un poco más tranquilo y meditativo es la clave en mi caso. Puede que te parezca un consejo absurdo pero funciona si lo experimentas, aunque sea por una sola vez, y te dejas de rollos extraños para atraer las palabras que encajen.
2.- Permítete escribir cosas que no sean lo que deseas
Creo que este punto puede levantar ampollas; ¡que digo!… ¡estoy segura de que lo hará!
Porque muchos de nosotros, escritores de vocación desde niños, tenemos un ego gigantesco que a veces nos nubla.
Creemos que tenemos que escribir lo que estamos seguros, segurísimos, que tenemos que escribir y además, es para lo que hemos nacido. ¡Y punto!
¿Te suena esta afirmación tan rotunda?
Puede que sea tu caso, ni por asomo quieres escribir literatura romántica o fantasía porque odias ese género… que yo digo ¿cómo estás tan seguro de eso?
Puede que no permitas que tus personajes sean de esta u otra forma, ñoños, cursis, maleducados, rebeldes, fríos y calculadores… No quieres escribir de esa forma, o de la otra, porque no es lo que deseas o lo que esperas de ti mismo.
No quieres «salirte del tiesto», no podrías jamás escribir de castillos ni princesas, o de héroes o villanos, ni de abogados o amas de casa, prostitutas o madres frustradas…
Bajo mi punto de vista cuando estamos creando algo nuevo, algo nuevo se va creando a su vez dentro de nosotros. Nos cambia.
Debemos dejar que las cosas sucedan, permitirnos explorar otros fondos, aunque no nos salga lo que nosotros creemos que será mejor porque lo teníamos planificado así.
Actualmente estoy escribiendo un libro en el que hablo de este punto con profundidad. Por el momento, espero al menos, haberte hecho pensar con este segundo consejo y despertar tu interés.
Cuéntame por los comentarios o por privado si te apetece, ¡será un placer hablar de esto contigo!
3.- Disfruta y vive creativamente
Cuando tu cabeza esté en las nubes, disfruta.
Cuando sientas que no estás centrado y te aturullas, da igual, tú disfruta.
Cuando comas o bebas, sencillamente disfruta.
Cuando no consigas lo que buscas, espera y disfruta, que quizás no sea lo que necesites en ese momento…
La vida está hecha para disfrutarla y vivirla siempre de una forma creativa. Tengas o no tiempo, te sientas animado o no, tienes que vivir intensamente y disfrutando.
Así, saborearás los matices que serán el caldo de cultivo, seguro, para activar tu torrente creativo.
Si vives conscientemente todo es más sencillo, porque pasas de desear a otro estado muy potente que poco tiene que ver con conformarse. Se llama aceptación.
Aprende a conectar con el silencio que habita en tu interior y se consciente de que todo lo que te pasa, te pasa con una finalidad.
Por lo tanto, tú solo disfruta y vive creativamente desde que amanece hasta que anochece. Tan solo necesitas estar dispuesto a seguir tu intuición, permitir que te guíe y el resto vendrá solo.
Además, cuidándote y cuidando tu entorno de creación, la vida te cuidará a ti también…
4.- Si tu naturaleza no te lo permite, no busques disciplina
Y si lo haces, que sea para con tu propia mente. Para que no te someta a cosas de tipo «¿lo ves como no puedes?», «Para qué intentarlo, si no lo vas a conseguir» y demás tonterías absurdas de esas que nos lanzamos cuando nos sentimos insuficientes.
Ni imaginas la de veces que me he castigado hasta niveles muy chungos, a ser disciplinada, organizada y ordenada. He fracasado una y mil veces, y he tenido un sentimiento de culpa gigantesco que me engullía a menudo bloqueando mi inspiración para escribir.
Vivía en un estado de profunda incoherencia conmigo misma, empeñada siempre en mejorar, en ser meticulosa, disciplinada, y la verdad es que en el fondo, nunca lo he sido. Es algo que no está en mi naturaleza. Y eso desgasta, ¡duele una barbaridad!
Hasta que cierto día le dí una patada a esa rueda, a ese sistema de pensamientos circulares y creencias que me limitaban, dándome cuenta de que el poder lo tenía yo.
¿Qué más da no ser constante? Ni disciplinada, ni organizada, lo importante es sentirme en paz con lo que hago, coherente y honesta conmigo mima.
Sintiéndome tranquila, dejándome ser como soy en verdad, todo fluye mejor. Y si hoy no me siento inspirada, ¡pues mira, mañana a lo mejor sí! ¡o al mes que viene! Vivimos empeñados en ajustarnos al tiempo y al espacio, cuando en realidad para crear, ninguno de los dos existe.
Dejé de darle importancia a no encajar como escritora-emprendedora-creadora-consultora en ningún molde, y aquí estoy, permitiendo que la vida tan solo me guíe y aconsejándote a ti que hagas lo mismo 🙂 . ¿Te atreves?
5.- Vive por amor al arte
Música, pintura, danza, poesía… El arte es un regalo mágico del que todos podemos disfrutar y beneficiarnos.
Bebernos a sorbitos pequeños ese elixir que se destila de las notas musicales de un piano solitario, de la esquina posterior de un cuadro plagado de flores que nos estimula. De esos pasos que damos tarareando una canción de la niñez, de esos versos que jamás desaparecen de nuestra cabeza…
Vive inspirado para inspirarte, facilita a las musas la entrada a tu templo 🙂 .
Puede parecer un consejo algo flojo, pero es potente y es intenso si vibras en la misma sintonía que hoy comparto por aquí.
Si no eres una persona altamente creativa, date tiempo. Pero compañero, investiga dentro de ti, no busques nada fuera, aquellas cosas con las que sintonizas realmente y persíguelas haciéndolas partícipes de tu vida.
Con paciencia, amor y sin esfuerzo, podrás integrarlas y te servirán de motor para cualquier cosa que desees crear.
¡Y hasta aquí mis consejos de cómo inspirarse! Me encantará saber qué opinas tú de todo lo que has leído por aquí, ¡cuéntame por abajo!
Mientras me escribes, y solo si te he ayudado y te apetece…
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