Él era un tipo de mirada desafiante.
Siempre me han inquietado sus ojos en todos sus retratos. Míralo y verás.
Su interior, dulcemente salvaje.
Sus poemas abren en canal el mundo de la magia y de la naturaleza humana, dejando fluir su mejor verbo en todas nuestras bocas.
Siempre el oportuno. Porque el suyo es Poder.
Leer su poesía es como regar despacio un jardín interior que quedó seco, que llegó a ser nada.
Con un torrente de agua inesperada y cristalina que serpentea de nuestra cabeza a nuestros pies.
Como un río que nace de los deseos más intangibles y delicados del alma y que transcurre despacio por todas nuestras orillas…
Tal es la inspiración
Sacudimiento extraño
que agita las ideas,
como huracán que empuja
las olas en tropel;
Murmullo que en el alma
se eleva y va creciendo,
como volcán que sordo
anuncia que va a arder;
Deformes siluetas
de seres imposibles;
paisajes que aparecen
como a través de un tul;
Colores que fundiéndose
remedan en el aire
los átomos del Iris,
que nadan en la luz;
Ideas sin palabras,
palabras sin sentido;
cadencias que no tienen
ni ritmo ni compás;
Memorias y deseos
de cosas que no existen;
accesos de alegría,
impulsos de llorar;
Actividad nerviosa
que no halla en qué emplearse;
sin rienda que lo guíe
caballo volador;
Locura que el espíritu
exalta y enardece;
embriaguez divina
del genio creador…
¡Tal es la inspiración!
Gigante voz que el caos
ordena en el cerebro,
y entre las sombras hace
la luz aparecer;
Brillante rienda de oro
que poderosa enfrena
de la exaltada mente
el volador corcel;
Hilo de luz que en haces
los pensamientos ata;
sol que en las nubes rompe
y toca en el zenit;
Inteligente mano
que en un collar de perlas
consigue las indóciles
palabras reunir;
Armonioso ritmo
que con cadencia y número
las fugitivas notas
encierra en el compás;
Cincel que el bloque muerde
la estatua modelando,
y la belleza plástica
añade al ideal;
Atmósfera en que giran
con orden las ideas,
cual átomos que agrupa
recóndita atracción;
Raudal en cuyas ondas
su sed la fiebre apaga;
oasis que al espíritu
devuelve su vigor…
¡Tal es nuestra razón!
Con ambas siempre en lucha
y de ambas vencedor,
tan sólo el genio puede
a un yugo atar las dos.
Besos
Besa el aura que gime blandamente
las leves ondas que jugando riza;
el sol besa a la nube en Occidente
y de púrpura y oro la matiza;
La llama en derredor del tronco ardiente
por besar a otra llama se desliza,
y hasta el sauce inclinándose a su peso,
al río que le besa, vuele un beso.
¿Qué opinas? Cuéntame en los comentarios qué te parece, para mí realmente son versos sensacionales…
Si te apetece seguir leyendo algo interesante te dejo por aquí unos versos chulos, del poema de los Hippies «Desiderata».
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