Mi reseña del Libro «Bossi, Jaque Mate»

Hoy traigo una reseña muy especial para mí, puesto que es un género que desconocía hasta que tuve el honor de leer la primera parte de esta trilogía tan apasionante. Se trata de una narconovela llamada «Bossi, Jaque Mate», que es la segunda parte de un libro que me dejó totalmente impresionada.

Hice la reseña de la primera parte aquí en el blog, llamada «Padre: del seminario al narcotráfico», te la dejo enlazada para que si te apetece leerla y te despierta la curiosidad (espero que sí, no te defraudará) puedas tener acceso directo a ella.

Cuando el autor me invitó a leer esta segunda parte de la trilogía, mi corazón se aceleró pensando en todo lo que el primer libro supuso para mí. Fue una historia de esas que marcan; intensa, sobrecogedora y dura, pero sin pecar de densa o difícil de digerir. Y, como la vez anterior, su lectura ha sido sencilla, directa e impresionante, de nuevo ¡sorprendente! Y como sospechaba, otra vez ha vuelto a quitarme el sueño porque es de esos libros que quieres leerte de una sentada.

Lo ha vuelto a hacer, el autor José A. Kapelo no ha escatimado en darle la misma dosis de intriga, el mismo ritmo trepidante al que me «malacostumbró» con su primera novela. Es increíble la destreza de este hombre para contar una historia en primera persona con tal maestría que te impregna de toda la esencia del mundillo del narcotráfico. Y ojo, cuidado que su lectura te engancha como una droga, sé reconocer cuando un autor tiene un estilo tan marcado que ni le cuesta mantenerlo…

La historia, impetuosa, arranca con fuerza desde el principio. Antonio, el protagonista, como era de esperar, continua su relación con delincuentes, incluyendo al gran Giusseppe Bossi, también conocido como Peppe, quien es su mentor, segundo padre y a veces su enemigo más temido. Échale un vistazo a la reseña del libro anterior para ver de qué va la cosa…

La historia comienza cuando el padre de Antonio es encarcelado y se ve obligado a tomar el control del negocio familiar de transporte de hachís. El prota se gana la confianza de un cliente italiano llamado Adriano, pero cuando la policía italiana se traslada a España para su detención, se encuentra con doce toneladas de hachís y sin poder comunicarse con nadie. Tres meses después, Peppe Bossi llega y se convierte en una parte importante de la historia. Se describe a Peppe como un capo de familia italiana, paranoico y excesivamente cuidadoso, con conocimientos de artes marciales y un perro guardián llamado Toni.

No me gusta revelar demasiado en las reseñas que hago, pero la cosa se pone interesantísima, no puedo evitar contarte más cosillas: imagínate, una operación de tráfico de drogas que involucra a varios individuos. El  jefe, Peppe Bossi, que es muy exigente y no tolera errores. Y junto con Antonio, decide cambiar de droga, pasando del hachís a la cocaína, y establecen un sistema de logística para recibir el cargamento. Sin embargo, un día, uno de los empleados, Carlos, es asesinado y el cargamento robado. Algunos trabajan para eliminar todas las pruebas y asegurarse de que no haya consecuencias. Pero… ¡uf! se pierde el cargamento claro, y después de un sermón, Bossi perdona al protagonista y lo convierte en su mano derecha.

Todo esto incluye ciertos sacrificios, incluido alejar a la familia del protagonista del negocio. A todo esto, lo que me gusta de esta historia, es que transcurre en una tierra que adoro, Almería. Donde la paz se ve amenazada después de que Peppe decida tomar represalias por el robo del cargamento y el asesinato de Carlos.

Investigación, asesinatos, sospresas, acusaciones, clanes rivales, alianzas, expansión obsesiva del negocio, adición, ambición, envidias, ¡menudo coctel!

Como ves, el libro es prometedor… Y lo peor (o mejor) cuanto más va avanzando la historia, más temes y sospechas… por qué, ¿quién sabe quién está metido o no en el ajo? No pude dejar de leerlo hasta que no lo terminé. Y ya sabes, aún queda la tercera y última parte de esta trilogía tan trepidante. El final, como siempre, sobrecogedor.